Tras el vaciado de contenidos ya efectuado en las diversas materias, ahora se marcha por el camino de la burocratización absurda, con el fin de alienar la actividad del profesor. Que pasen el tiempo rellenando documentos redundantes y en algunos casos ininteligibles, no vaya a ser que les dé por pensar en la utilidad de lo que están haciendo, o simplemente quieran estudiar, formarse, en disciplinas que no sean los cursillos de risoterapia y similares..
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