Mientras todos los sectores se esfuerzan en reducir el plástico de un solo uso para evitar su acumulación en el entorno, algunas bodegas siguen empeñadas en utilizarlo como sustituto del corcho. Pero más allá de las consideraciones ambientales también los tapones sintéticos también conllevan riesgos medioambientales, sociales y para la salud. "Cuando compres una botella de vino asegúrate de que su tapón es de corcho y no sintético" animan desde WWF.
|
etiquetas: tapón , corcho , plastico , vino , medio ambiente , consecuencias
Los defensores del tapón sintético argumentan que impide la transmisión de una molécula aromática conocida con el nombre de TCA, causante del indeseable (aunque para nada tóxico) 'gusto a corcho' de algunos vinos. Según los fabricantes de tapones de plástico alrededor de un 5 % de las botellas selladas con tapones naturales puede padecer esta anomalía.
Sin embargo, fuentes del sector corchero indican que la proporción es mucho menor y que, en cualquier caso, los tapones sintéticos elaborados a partir de polímeros sintéticos, como el polietileno, pueden transmitir sustancias mucho más perjudiciales, no ya para la calidad del vino, sino para nuestra propia salud, tal y como demuestran algunos estudios que han analizado la migración de moléculas contaminantes del continente al contenido.
¿Cuántos tapetes de ganchillo habrá hecho mi abuela con las anillas?