Benjamin Glynn, un ciudadano británico de 40 años, ha sido condenado a seis semanas de prisión por un juzgado de Singapur. El hombre estaba acusado de violar repetidamente los protocolos destinados a evitar la propagación del coronavirus por negarse a usar una mascarilla en público. Ahora, tendrá que entrar en la cárcel en los próximos días. Este británico fue declarado culpable de cuatro cargos, todos ellos por no querer usar la mascarilla en lugares públicos como un tren. Además, también estaba acusado de provocar altercados
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