Un condenado a la pena capital en Estados Unidos, que iba a ser ejecutado en la noche del jueves en una prisión de Texas (sur), se suicidó horas antes de su ejecución, informaron autoridades penitenciarias de ese estado. Michael Johnson, de 29 años, afirmó siempre ser inocente del crimen del que estaba acusado. Antes de morir escribió en la pared con su propia sangre la frase: “Yo no lo hice”.
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