En otra cadena, echaban una vuelta ciclista femenina. Dos maromos en bañador, posaban con sonrisa de plástico y labios de silicona junto a la ganadora. Le daban unos ramitos de flores y le plantaban un beso en la mejilla en el momento de la foto. Eran tan ridículos que solté una carcajada. Todas las mujeres del bar se giraron para mirarme sin comprender por qué me reía.[...]
|
etiquetas: mujeres , igualdad