[c&p vía
ciberderechos.barrapunto.com/ciberderechos/10/10/22/0724250.shtml] El artículo se puede leer de dos maneras. Una, en el sentido literal, como un manual de instrucciones para espías aficionados. Otra, como cuento cautelar que también nos indica las precauciones a tomar si queremos ser discretos en nuestros andares por la Web. El mayor riesgo parece estar en la sobrecompartición de datos personales en redes sociales.