Pan de trigo, de avena, de centeno o de espelta; también pan sin gluten, de masa madre, de chía, de sésamo o de kamut. La lista es larga y las dudas de los consumidores, muchas. Cada vez más, los supermercados tienen que dedicar un hueco mayor a los diferentes tipos de panes disponibles. La oferta es tan amplia que no existe una necesidad que no quede cubierta. Ahora bien, el problema aparece cuando el usuario no sabe qué comprar.
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