En sus teorías clásicas de la evolución, tanto Jean Baptiste Lamarck como Charles Darwin sugirieron que los largos cuellos de las jirafas evolucionaron para ayudarlas a alcanzar las hojas más altas de los árboles, evitando la competencia con otros herbívoros. La hipótesis predominante es que la competencia entre los machos influyó en la longitud del cuello, pero el equipo de investigación descubrió que las jirafas hembras tienen cuellos proporcionalmente más largos que los machos
dx.doi.org/10.1007/s42991-024-00424-4