La angustia genera violencia, igual que el hambre. Cuando un ciudadano se siente ahogado por su situación económica, no dudará en hacer cualquier cosa por mejorarla, o al menos, por sobrevivir, para que esa desesperación no arrastre todo lo demás (incluida a su familia). El miedo ha paralizado la conciencia de la mitad de la sociedad cívil y ha agitado la de la otra media. Otra cuestión importante es cómo la colectividad protege al individuo. La paz social también se mantiene gracias a las protecciones del Estado, sí, me refiero a esas...
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