En 1967 abría las puertas en la plaza de Santa Bárbara, en Alonso Martínez, la Gran Cafetería Santander. Un asturiano, el Sr. Rodríguez, le daba nombre a una de las esquinas y lo hacía dando porras y café. Trece años más tarde el negocio funcionaba y el relevo lo tomó una joven Carmela, su hija, que entonces tenía 29 años. El local ha permanecido abierto hasta el pasado jueves. Cumplió 52 años el pasado 8 de abril. Pero ahora ha cerrado sus puertas sin intención de volver a abrirlas más, por lo menos no bajo el mismo propietario. Se han cansado
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