Más allá, considero que el arte no debería rendirle cuentas a nadie más que a la imaginación del autor. Las creaciones artísticas tienen vida propia, una vida que discurre paralela a la nuestra y ahonda en lugares a los que nosotros no nos atrevemos o queremos entrar. También tienen un contexto con prejuicios y las contradicciones de cada momento. Como lector, espectador u oyente estás en tu derecho a cuestionar la obra o su artífice; pero también puedes dialogar con ella de forma crítica.
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