Tras ser sometido a un interrogatorio, las autoridades le ofrecen al historiador dos opciones: castración o muerte. Para sus contemporáneos, la muerte era la única opción honorable, pero para Sima Qian ésta no era una alternativa viable. Tenía por delante una tarea que no podía dejar inconclusa: escribir la historia de la humanidad para la posteridad. Así las cosas, aceptó la castración con estoicismo. Nació entre los años 145 y 135 a.C. en una familia de astrólogos de la corte. Después de ofender al emperador, se convirtió en eunuco de palacio
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