En una de estas reuniones participó uno de los hombres fuertes del actual gobierno de Artur Mas, el conseller de Justícia, Germà Gordó. El histórico diputado de Convergència Democràtica Jaume Camps mantuvo reuniones periódicas con Fèlix Millet y con un alto cargo de la constructora Ferrovial entre 1999 y 2008. Unos encuentros que el fiscal relaciona con el presunto pago de comisiones que habría entregado la empresa a cambio de adjudicaciones y que podrían haber ido a parar al partido.
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