El ajuste del cinturón ha alcanzado al Ejército de Liberación Popular, uno de los pilares del sistema. Ha quedado abolido todo rastro de pompa: arreglos florales, alfombras rojas, actuaciones de artistas y souvenires. También los banquetes de lujo y los licores en las reuniones de altos cargos. Los viajes de inspección al extranjero han quedado limitados a los imprescindibles, con un número recortado de participantes y nunca en hoteles de lujo.
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