Implacable muchas veces, otras tantas la naturaleza nos obliga a perdonarla y amarla otra vez regalándonos escenas grandiosas. Solo hace falta empeñarse en observar un poco más para encontrar belleza, sabiduría y ternura hasta en sus exponentes más feroces. Usando una cámara escondida en la zona de amortiguamiento de la Reserva Nacional de Tambopata (Perú), un científico pudo apreciar en toda su dimensión el extraordinario comportamiento de un padre harpía que regresó a su nido solo para proteger a su pichón de una tormenta.
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