Post sobre la infancia de un gamer en la época en la que los videojuegos eran algo más que entretenimiento. "Terminar lo que habías empezado era una cuestión personal. Joder, ¡acababas sintiendo cosas por aquellos monigotes VGA! Algunas veces, incluso, la muerte de los personajes llegaba a afectarte: ¡Quién no ha escuchado, alguna noche de tormenta, el lamento de las miles de almas Lemming que no pudo salvar!"
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