Soñamos con tener nuestra vivienda, con gozar de independencia. Nos hipotecamos y pagamos religiosamente. Pero despertamos del sueño y acabamos en una pesadilla donde las hipotecas están muy por encima del valor de la vivienda, y las letras ahogan, ahogan dramáticamente. Relacionada:
www.cotizalia.com/cache/2008/09/03/noticias_69_banca_tiembla_peligro_l