Cuando el CESICAT monitorizaba ilegalmente a activistas del 15M, la gente de paz no se quejó. Cuando se convirtieron los delitos informáticos en terrorismo, la gente de paz no se quejó. Cuando se cierra un servicio online de la gente de paz, ya es tarde para quejarse. Cuando la justicia española califica como organización terrorista al Tsunami, las consecuencias tienen efecto dominó sobre todas las personas que han colaborado con la iniciativa. Véase artículo 577 del Código Penal. 4 feb. 2015: Para criminalizar el enlace solo queda que enlazar…
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