Cuando una empresa pierde a un gran empleado, hace que los demás empleados se paren a pensar "¿Por qué esa persona abandona la organización, y por qué la organización dejarlos escapar? ¿Hay algo malo en esta empresa que debería estar preocupado? Tal vez debería empezar a buscar en otra parte." Y no sólo son los otros empleados quienes se lo cuestionan, sino los clientes también se lo preguntan a menudo. Cuando los clientes confían en un empleado y este se va, los clientes comienzan a plantearse las mismas preguntas.
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