El día que las tropas ucranianas liberaron la región de Kiev, las carreteras se convirtieron en las primeras escenas de crimen que dejó en shock a la comunidad internacional. En los accesos a la carretera que lleva a la capital, este lunes, había coches abandonados con agujeros de bala. Uno de ellos llevaba una inscripción que decía “Los niños” junto con banderas blancas quemadas. A Nina, una mujer de 56 años, la guerra la cogió en Nimeshayevo, un pueblo cercano a Bucha. Cuando entraron los rusos, ella junto con su hija, su yerno y dos nietos d
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