Dicen que la esencia de la apnea no es tanto bucear profundo, sino dentro de uno mismo. La travesía comienza ya en la superficie: minutos antes de la inmersión, los participantes se aíslan del mundo para reducir al mínimo su rendimiento físico y mental; una especie de hibernación que persigue conseguir que el cuerpo demande la cantidad mínima de energía posible. El enemigo principal entonces es la ansiedad, que impide alcanzar ese estado alterado de conciencia imprescindible antes de iniciar el viaje.
|
etiquetas: apnea , buceo interior , submarinismo , soledad