¿Se ha planteado usted cuántas lunas llenas verá en su vida? Tenga en cuenta las que no verá por estar demasiado ocupado, las que pasarán desapercibidas, las que querrá ver y las nubes no se lo permitirán. Haga la cuenta. El número resultante es inquietantemente pequeño. En homenaje a los que pasan frío cada noche espiando los cielos. - Nota : articulo largo, no apto para meneantes compulsivos -
|
etiquetas: astrononia , introducción