El pánico cundió porque ante la bajada de las bolsas, los inversores pensaron en la recesión y se rompió el equilibrio riesgo/incertidumbre que existía en sus cerebros. Si durante la sesión se hubiese hecho una resonancia magnética a los inversores, la imagen habría sido reveladora: la ínsula, la zona del cerebro en la que se registra el pánico, presentaba una fuerte activación. ¿Cual es la regla de oro? Hay que saber manejar bien las emociones si quieres ser un buen jugador de bolsa. Como en el poker, en la bolsa hay que ser frío y calculador.
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