La Tomatina de Buñol (València) vuelve tras dos ediciones sin haberse celebrado por la pandemia y celebra su 75º aniversario. Ha llovido mucho desde que en 1983 el periodista Javier Basilio diera un espaldarazo espectacular a esta celebración con su reportaje en Informe Semanal, pero su sinsentido continúa siendo el mismo. Al desperdicio de 130.000 kilos de tomates se suma este año el malgasto de una cantidad ingente de metros cúbicos de agua para limpiar el estropicio. Una auténtica vergüenza internacional disfrazada de fiesta turística.
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