Una monja del convento de clausura de San Vicente de Trasmañó consiguió eludir formar parte integrante de una mesa electoral del pasado domingo y regresó al convento como alma que lleva el diablo antes de asumir el cometido para el que la habían designado. La religiosa apareció puntualmente a las ocho de la mañana en el colegio donde tenían que celebrarse las votaciones y dijo al resto de miembros de la mesa que no podía quedarse a unos cometidos tran prosaicos porque el domingo tenía que asistir a la Eucaristía y cumplir con sus oraciones.
|
etiquetas: monja , misa , elecciones