La última vez que los tipos de interés cayeron tanto en el Banco de Inglaterra fue en 1951, un hecho que supone igualar los tipos más bajos de la historia del banco ofrecidos en 1694, el año de su fundación. Algunos economistas pronostican que el banco inglés incluso podría bajar sus tipos de interés del tres al uno y medio por ciento. Este movimiento agresivo, que llega en medio de unas condiciones financieras que no hacen sino que empeorar, tiene como objetivo evitar que Reino Unido caiga en una larga recesión.
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