El Ayuntamiento de Mijas (Málaga, 78.500 habitantes) se gasta “más del 50 por ciento del presupuesto” –según su propio alcalde, Antonio Sánchez (PSOE)– en pagar a sus empleados. Una media de 2.700 euros en la que no faltan salarios de casi 10.000. Sólo en 744 funcionarios, 28 millones de euros. Es el paraíso soñado para cualquier empelado público. Mijas generaba hace cinco años un superávit de 12 millones de euros anuales. Pese a tener ahora 8 millones de déficit… sus empleados siguen viviendo bien
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