Duna, una alicantina geomorfóloga de formación y profesora en la actualidad en la Vrije University de Ámsterdam, donde vive, tiene mucha culpa de que sus padres, residentes en Picanya, se encuentren sanos y salvos tras la DANA. «Yo estaba paseando al perro a unos diez minutos de casa cuando me alertó mi hija desde Ámsterdam para que regresara porque el barranco del Poyo se iba a desbordar. Me sorprendió porque no había caído una gota, pero le hice caso.
|
etiquetas: barrranco poyo , crecida , picanya