En Alemania lo que hay, ya que no delicias como las de París, es una amplia gama de ofertas. Porque si uno obvia los supermercados de la minoría turca –sin duda los más baratos– abundan las marcas germanas de cadenas de supermercados que mantienen un curioso pulso a base de vender a precios bajos. Aldi, Lidl, Rewe, Netto, Edeka o Real, todas, sin excepción, son cadenas especializadas en ofrecer productos baratos. Todas menos Lidl tienen marcas blancas, con las que llenamos la nevera y despensa de mi casa.
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