Alrededor de la mayoría de ideas que barajamos, cultos a los que rendimos pleitesía y pseudociencias en las que buscamos nuevas soluciones a nuestros problemas orbita la asunción de que somos importantes, que protagonizamos un relato más allá de nosotros mismos. La triste realidad es que no es así: solo somos un puñado de elementos químicos en un rincón minúsculo de un vasto universo, para que el cual, por cierto, probablemente pasamos desapercibidos.
|
etiquetas: universo , coelho , universo , religión , ciencia , pinker , ilustración