Durante siete meses, hasta octubre del año pasado el hundimiento del puente que permite cruzar el río Narcea entre Pravia y Quinzanas despertó mucho malestar entre los vecinos por lo largo de las obras. Y con todo, una vez que se pudo reconstruir la estructuras y las poblaciones pudieron volver a comunicarse por carretera los trabajos estaban aún lejos de finalizar. Bajo el agua, en una labor cuidadosa de la mano de unos buzos fue preciso reponer los mejillones de agua dulce que habitaban en los pilares del puente, una trabajo casi artesanal
|
etiquetas: narcea , puente , mejillones , buzos , margaritifera margaritifera