¿De verdad tiene tanta importancia que haya variedad ideológica entre los invitados del programa y que se hagan algunas bromas de vez en cuando? Si el segundo escalón de la la Pirámide del Odio y la Violencia es el de las “microagresiones culturales”, ahí es exactamente donde encajaría un programa como El Hormiguero. Así es como se muestra la discriminación inconsciente: con bromas y actitudes inocuas en apariencia. Solo son chistes… hasta que se normalizan y dejan de serlo.
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