39,6%. Ése es el tax wedge de un trabajador soltero español que gane el equivalente al salario medio de nuestro país. Es decir, de lo que la empresa paga por tener a este español medio contratado, Hacienda se lleva casi el 40% antes de empezar a hablar. El reparto del palo fiscal al trabajo en España es el siguiente: 11,6% en impuestos directos (IRPF), 4,9% en Seguridad Social del empleado y 23,0% en Seguridad Social a cargo de la empresa. En total, 4 de cada diez euros que el trabajador nunca verá. Es un dato elevado que destaca por 3 motivos:
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