Con cerca de 5 millones de parados en 2011 y la economía sumergiéndose a marchas forzadas, la "devaluación interna" se traducirá, como en el caso argentino, en menos demanda, menos consumo y finalmente menos ingresos por impuestos. Si se cierra la válvula de la refinanciación externa las desfondadas administraciones no tendrán otra manera de seguir pagando sus gastos que emitiendo monedas ad-hoc como en la época de la guerra civil. Los “patacones” de Buenos Aires podrían muy bien traducirse en “barcinones” para una de las nuevas veguerías catal
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