Su condena, según explicó el Supremo en su sentencia, se basó en el testimonio del policía y en sus partes de lesiones, elaborados a partir de sus afirmaciones, según reconocieron las peritos. Sobre la marcha adelgazó una acusación que, en un primer momento, dio por buena la Fiscalía al reconocer que solo le atribuía la patada en la rodilla y no también en la mano: “Esa no la recuerdo bien, debió ser de otra cosa”. Su superior, responsable del operativo, reconoció que no le había visto. Los vídeos no reflejaban si había agredido a alguien.
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