Faltan ocho meses para las autonómicas y municipales y la popularidad demostrada por Podemos en las últimas europeas no se desvanece. El PSOE teme que el empuje de Pablo Iglesias, el Julio Anguita del siglo XXI, haga ingobernables cientos de ayuntamientos y varias comunidades a partir de mayo. Una célula de crisis le está haciendo un férreo seguimiento del día a día.
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