Me gustaría contarte una historia. Cuando iba a la escuela elemental del distrito de Omori en Tokio mi compañero de pupitre era Takashi Mizuki, un niño con el pelo rizado, mirada inquieta y una papada luminosa. Un día nuestra tutora la señorita Chiyoko nos hizo llamar a su despacho. Cuando entramos la encontramos muy seria. Con gestos nos indicó que le mostráramos las palmas de nuestras manos y como un rayo nos propinó sendos varazos a cada uno. Utilizó una vara de nogal; vimos las estrellas (Takashi se cagó encima, literalmente).
|
etiquetas: george lucas , star wars , akira kurosawa