Si crees en cualquiera de los miles de dioses que la humanidad ha adorado, tienes todo el derecho a decirlo, en voz alta, y a llevar objetos que representen tu fe, y colocar lo que quieras en redes sociales, y sería ridículo que yo me sintiera ofendido por eso. Pero está también la contraparte: yo también tengo todo el derecho a decir que no existen los dioses, decirlo cuando quiera y como quiera , y sería ridículo que cualquier otra persona se ofenda por eso.
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