Muchos cambios importantes en la legislación sobre delitos sexuales decididos por el Parlamento sueco el 21 de junio. Un ejemplo: la sanción por comprar sexo ya no puede ser una multa; siempre es prisión por un máximo de un año (a partir del 1 de agosto de 2022). Mientras más perseguido y criminalizado esté el cliente más peligro y presión sufre la trabajadora sexual que ante pondrá la seguridad del mismo a la suya por la necesidad de obtener sus ingresos, mientras más riesgos imponen al cliente, éste más chantajeará a la trabajadora sexual con
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