El 4.04.2016, Nazanin debía regresar a Londres tras unas vacaciones en Irán, su país de origen, para ver a sus padres. En su lugar, despertó con los ojos vendados, esposada, encerrada en una celda, con un televisor a todo volumen y una luz brillante y continua de la Guardia Revolucionaria iraní. No fue hasta semanas después cuando sus captores le explicaron cuál era su situación. El Reino Unido tenía una deuda histórica con Irán de 474 millones de euros. Y si no la pagaban, jamás saldría de allí. El uso iraní de rehenes no es algo nuevo.
|
etiquetas: irán , secuestro , nazanin zaghari-ratcliffe , deudas , armas