Tres meses atrás, su mujer y uno de sus hijos fueron asesinados en la entrada de su casa, justo un día después de que le obligaran a dejar su puesto de trabajo por malversación de fondos. Por si esto no fuera suficiente, una semana después moría su padre, adicto a los opioides y sumido en una depresión de varios años. Desesperado, Murdaug contrató a Smith para que lo asesinara. Así, su único hijo vivo cobraría un seguro de vida millonario. Pero como el asesino a sueldo no era un profesional erró el disparo y se descubrió toda la trama.
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