El mundo en el que vivimos a veces nos parece repugnante, tanto como las garrapatas que devoraban el cuerpo de Orión. Mira las fotos, por favor hazlo. Porque Orión no es un perro de la calle, no. Orión tenía una “familia”, una “dueña”, con su piso en el centro de Sevilla en el que vive con un precioso Labrador al que no le falta de nada y con una casa a las afueras de Sevilla en la que Orión SE MORÍA.
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