El operario no disponía ni de arnés ni de cinturón de seguridad ni de casco, a pesar de que la empresa para la que había sido contratado contaba con un plan de prevención de riesgos y salud y poseía un equipo de protección individual ligero, compuesto por un arnés ligero, botas de seguridad y casco de polietileno. Además, la víctima estaba subida a una escalera de tres tramos, no era de tijeras y ni siquiera estaba colocada en forma de 'y' invertida. De esta forma, añade el fallo judicial, se infringió la ley de Prevención de Riesgos Laborales.
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