Según el Ministerio de Industria, ocho de cada diez edificios obtienen una calificación energética de D y G en consumo y emisiones. Entre casas nuevas, un 42% logra una calificación E o inferior y un 33% logra un aprobado raspado al obtener un rango D. El certificado de eficiencia energética de viviendas es obligatorio desde junio de 2013 para vender o alquilar viviendas.
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