Actualmente, en los centros penitenciarios españoles hay más de 19.000 personas con enfermedad mental grave, es decir, una de cada cuatro personas internas tiene diagnosticada una enfermedad mental. La mayoría se encuentran en prisión porque no existe ningún otro recurso comunitario para ellas y su paso por tan duro ambiente agrava en prácticamente todos los casos sus patologías. El gran reto es conseguir que estos pacientes no ingresen en prisión y, si esto se produce, que existan alternativas comunitarias a la prisión.
|
etiquetas: sociedad , sucesos , actualidad