Diez mujeres inmigrantes escapan de la finca donde trabajaban en malas condiciones para denunciar la situación Sindicato Andaluz de Trabajadoras y Trabajadores (SAT). Todas, de Marruecos, provienen de zonas muy empobrecidas, aseguran que “no pueden trabajar en sus pueblos porque son mujeres”. Son muchas las multinacionales extranjeras se han apropiado de los recursos del país y del capital humano, precarizado con sueldos bajos, “todo permitido por el rey Mohamed VI que echa la vista a occidente y no a su pueblo”, afirman.
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