Los protestantes, que terminaron destrozando mobiliario empresarial y volcando vehículos, se violentaron supuestamente cuando un guardia de seguridad golpeó a un trabajador. Más de 2 000 de los casi 80 000 trabajadores, que actualmente producen piezas del novedoso iPhone 5, se vieron implicados en los disturbios y fueron necesarios unos 5 000 policías para controlar la situación. En un primer comunicado oficial, la empresa negó la existencia de víctimas mortales, pero fuentes posteriores han contado un total de 10 personas fallecidas.
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