Un hombre de 29 años y vecino de Cabana de Bergantiños le robó el coche a la novia, se fue con él a un prostíbulo, de ahí lo echaron por un grave altercado, volvió a entrar por una ventana, accedió a la habitación donde se encontraba una trabajadora del establecimiento, la intentó agredir sexualmente, la amenazó de muerte y envió al hospital a los dos agentes de la Guardia Civil que lo fueron a detener. El hombre cometió, según los agentes, seis graves delitos en cuatro horas, entre ellos, enviar al hospital a dos agentes.
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"Cuando apareció la Guardia Civil, el hombre abrió la puerta, pero solo para enseñarles de qué pasta está hecho y de lo que sería capaz de hacer"
"Mientras le ponían las esposas, el hombre pedía a gritos que le dejasen coger la cocaína que había dejado en una mochila"
Otro tema es cómo ha llegado a la edad de 29 años sin estar ya en prisión, con ese nivel me cuesta creer que no haya habido motivos para encerrarlo mucho antes de ese día, aunque, claro, si la policía acostumbra a no contar un tercio de los delitos cometidos delante de sus narices... eso puede explicar parte del problema.
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