Como cada mes de julio, el municipio guadalajareño de Brihuega se ha vuelto a convertir en un mar de tonos azulados y violetas, ofreciendo un espectáculo visual y un aroma único en el mundo tras la floración de sus campos de lavanda.
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Disculpen ustedes a Nueva York, Londres, Roma, Barcelona o Tokio, que llega Brihuega!
Coincido también en que la cuidad es más fea que una nevera por detrás, aunque me suponga una pelea constante con mi suegro. Y la provincia, totalmente infravalorada.
Quiero decir que, con suerte, no tiene por qué ser malo.
No es en Mename algunos usuarios de meneame nos parece que centrarse en el turismo jode todo y es inecesario. Al final cuando los sitios se ponen de moda 4 ganan mucha pasta y los que vivimos en esos sitios nos vemos desplazados.
Donde antes estaba la frutería ahora puedes comprar souvenirs.
Generar actividad económica respetuosa con el modo de vida de las personas no es malo, echar a una vieja de su casa por ese modelo económico centrado en el turismo lo es.
La publicidad está bien, el turismo está bien, ya sólo falta que se gestione adecuadamente y no al estilo boom desarrollista cateto sesentero cejijunto que seguimos usando.
Un saludo.
Por aquí hay campos de lavanda y es una gozada verlos, pasear cerca (sin pisar lo que no debes claro) y olerlos. Los que trabajan allí hacen un montón de productos que venden y aunque no vivan mal del todo, dicen que han tardado en amortizarlo y ganar dinero y que tampoco es que sea una burrada. Da para vivir razonablemente unas cuantas familias, pero que nadie se espera hacerse muchimillonario.
Y siempre queda mucho más agradable a la vista un campo de lavanda que un descampao o un cultivo abandonado, claro.
También recuerdo hará un par de años un reportaje en tv donde la mitad era enseñando este turismo y la otra mitad a los lugareños diciendo que están hasta los huevos de la tontuna del postureogram.
El mayor problema es la fiesta de la la lavanda en el pueblo, se celebra un fin de semana concreto, durante el cual se produce una saturación bestial del pueblo y los atascos para entrar/salir.