Gandhi fue un líder tan excepcional como otros coetáneos suyos, pero alternativo como él solo. Rara avis de las ideologías, renombrado por Rabindranath Tagore como Mahatma (Alma Grande), Gandhi fue capaz de proyectarse en las convulsiones del periodo de entreguerras sobre los histrionismos y las violencias del estalinismo, el fascismo, el nazismo y las dictaduras militares. Nada que ver, por supuesto, con Stalin, Hitler o Mussolini y Franco, pero tampoco con el imperialismo de Churchill (para quien Gandhi era «un faquir desnudo»)